Síndrome del túnel carpiano
El síndrome del túnel del carpo se refiere a los síntomas que provoca la compresión del nervio mediano en su paso por el túnel carpiano. Le ocurre al 3-5 % de la población y es más frecuente en las mujeres que en los hombres, especialmente entre los 40 a 60 años de edad.
El nervio mediano se origina a partir de las raíces nerviosas que salen de la médula espinal a nivel del cuello, y baja por el brazo hasta los dedos. A la altura de la muñeca, pasa por un estrecho conducto (el famoso túnel del carpo) formado por los huesos del carpo (es decir, la muñeca) y cerrado por arriba por una banda bastante gruesa llamada ligamento transverso del carpo. El nervio termina dividiéndose en varias ramitas, que llegan a todos los dedos menos al meñique.
Imagen: Blausen.com staff (2014). «Medical gallery of Blausen Medical 2014». WikiJournal of Medicine 1 (2). DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 2002-4436. De la traducción: Ortisa
Síntomas del síndrome del túnel carpiano
Los síntomas típicos de la compresión del nervio mediano son dolor y hormigueo, acorchamiento o entumecimiento en la zona de la mano que recibe la sensibilidad de ese nervio: dedos pulgar, índice y corazón completos, y la mitad del dedo anular. No obstante, a veces los síntomas se notan en la muñeca o todos los dedos, incluso suben por el antebrazo.
Los síntomas suelen empeorar por la noche y pueden llegar a despertar al paciente, teniendo que recurrir habitualmente a agitar la mano, masajearla o ponerla debajo del agua del grifo.
Además, las actividades que implican flexionar o extender la muñeca, así como elevar los brazos, comprimen el nervio y empeoran los síntomas: conducir, leer, sujetar el teléfono o teclear el ordenador.
Los síntomas pueden seguir un curso fluctuante o bien empeorar de forma progresiva, poco a poco. En estos casos, con el tiempo, a los hormigueos y calambres se suma la pérdida de fuerza. Se caen las cosas de la mano, cuesta girar las llaves o abrocharse los botones
Factores de riesgo del síndrome del túnel carpiano
Toda circunstancia o enfermedad que disminuya el tamaño del túnel carpiano aumenta el riesgo de que el nervio mediano se comprima. Las principales situaciones que aumentan el riesgo de padecer el síndrome del túnel carpiano son la diabetes, el hipotiroidismo, el embarazo, la artrosis, las fracturas de muñeca, etc.
La profesión también puede causar o agravar los síntomas del síndrome del túnel carpiano: movimientos repetitivos o con fuerza, posiciones forzadas mantenidas mucho tiempo, trabajos con herramientas vibratorias o con frío en las manos.
Diagnóstico del síndrome del túnel carpiano
Diagnóstico de síndromes de doble compresión
Tratamientos del síndrome del túnel del carpo
En este artículo desarrollamos en profundidad las diferentes opciones de tratamiento del síndrome del túnel carpiano.
Tratamientos no quirúrgicos
- Estiramientos y ejercicios de movilización del nervio o los masajes.
- Férula nocturna.
- Inyección de corticoides. La inyección de corticoides en el túnel carpiano busca reducir la inflamación. Lo recomendamos únicamente en casos muy sintomáticos que no pueden operarse por cualquier circunstancia temporal.
Tratamiento quirúrgico
Es el principal tratamiento del síndrome del túnel carpiano.
La operación está indicada desde el principio en el síndrome del túnel carpiano moderado-severo. Existen muy pocas probabilidades de que en estos casos los síntomas remitan sin cirugía.
Además, si no se hace nada, el nervio puede seguir dañándose. Cuanto más destruidas estén las fibras nerviosas, menos probabilidades de que cualquier tratamiento funcione.
Cuando los síntomas son leves y el nervio no está dañado, es mejor probar primero con férula y, si no es efectiva, entonces se plantea la operación.
- Régimen ambulatorio, la intervención dura unos 10 minutos.
- Bajo anestesia local.
- Sin isquemia (no se emplea torniquete).
- Sin incisiones, solo una punción en el antebrazo, dejando una cicatriz inferior al milímetro.
- Sin puntos de sutura ni vendajes, únicamente un apósito.
- Control ecográfico continuo, visualizando las estructuras vasculonerviosas en todo momento, evitando su posible lesión.
- El paciente puede utilizar la mano inmediatamente tras la cirugía, incluso conducir en los primeros días.
- Pocos días de baja laboral (o incluso ninguno) en caso de trabajos que no requieran esfuerzos con la mano.
- Podemos operar las dos manos a la vez en la misma intervención si la afectación es bilateral.
Aquí puedes ver cómo realizamos una cirugía:
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